RÉQUIEM PARA LOS LIBRES
Nuestros indomables perennes de la vida,
nunca desaparecen o mueren, ellos quedan en las memorias de nuestros
compañeros, camaradas, amigos, hermanos y nuestros pueblos; al igual que
nuestro San Ernesto de la Higuera, que desde el más allá, seguirá siendo
nuestro guía y maestro a la hora de tomar partida y decisiones de nuestras problemáticas
sociales.
Aquí o allá, en las mismas entrañas de
nuestra Pachamamita seguirás presente en nuestros corazones, como parte de
nuestra constalación; Wara, estrella de nuestro firmamento.
Te llevamos con amor, cariño, humildad
y valentía; porque eso nos inculcaste, a luchar con
lealtad, idalgia, contra las
injusticias sociales de nuestra latinoamérica.
Estamos seguros que el mismo detractor
ladino, a estas alturas de la vida te admirá por esa total integridad ética,
moral, política, exemplar pura y solidaria que nos mostraste, entregaste y
enseñaste.
Como alguien de nuestro compañero un
día nos dijo, que a cada uno de nuestros
combatientes, nunca los lloramos, los
recordamos en cada segundo y minuto del constante
combate y por ese mismo hecho, los hacemos
llegar como dicen los versos del 17 de enero al 6 de agosto, de Alma de Perro.
("Suena el reloj de los libres/
Con la frente altiva y digna/ Con la lexía osada de la raza
inmortal/ Te rindo homenaje hoy
compañero…Como un retoño más/ de los pueblos
indomables / Te agasajo hoy llajtamasi…
Con lealtad y principio que nos caracteriza/ Con los puños en alto/ Plantados
junto a la Pachamama/ Te halagamos hoy pueblo nuestro. Uds. Nunca han tenido/
El alma de plebeyos de los imperialistas…Nosotros siempre estuvimos / Con los campesinos,
con los obreros/ Con los desposeidos, por el socialismo…
Junto a los símbolos gloriosos/ De la
hoz y el martillo/ Con la wipala y el emblema rojo/ Blasón del porvenir/ Con los
símbolos anhelados/ De La Paz y la Libertad/ Luchamos por la justicia e
igualdad. Raza nuestra, / Indómitos perennes de la vida/ Crecen
irreversibles/Hacia la nueva aurora…")
Hacemos eco de tus enseñanzas y por el
poblado corren tus coplas, anunciando nuevos días, pasan la voz, al asalto
compañeros, al asalto; vamos muchachos, vamos pa arriba, gritando ibas, que la
patria es nuestra!…
(Aruma Markasata)